Saluda a la
Hermandad Sacramental y Penitencial
A las
puertas de la Semana Santa, tan especial en nuestro querido pueblo de Monda y
con el entrañable recuerdo de la conclusión del Año de la Fe, que nos hizo
expresar con entusiasmo nuestra unión con Cristo, dirijo unas palabras con el
objetivo de caminar juntos en la Vivencia de nuestra FE.
Con ánimo
renovado, deseo invitar a todos los miembros de la Hermandad Sacramental y
Penitencial a que vivamos el verdadero espíritu de la Semana Santa como
actualización de los misterios de nuestra Salvación. Vivir la Semana Santa es
hacer presente en nuestras vidas la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La
Hermandad con su legado de tradición nos ayuda a vivir dichos misterios por
medio de nuestros Titulares y nos introduce en el ambiente de Redención de la
Semana Santa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la vivencia de la Semana
Santa sería incompleta sin una participación activa y consciente en las
celebraciones litúrgicas, que es dónde verdaderamente hacemos presente los
misterios de nuestra Salvación. La Cena del Señor el Jueves Santo, el oficio
del Viernes Santo y la Misa Pascual, son los momentos culminantes de toda
Semana Santa, por esta razón, un verdadero cofrade no perderá esos momentos
fuertes de celebración de nuestra Fe.
En este año
y siguiendo la línea del Papa Francisco, deseo mandar un mensaje a toda la
Hermandad Sacramental y Penitencial: "salir de nosotros mismos y
experimentar la dulce y confortadora alegría de evangelizar". Una
Hermandad que no se abre y sale a transmitir la Fe termina enfermando en la
atmósfera viciada de su encierro. Es la Hora de Evangelizar nuestro entorno y
de hacer presente el mensaje de Jesús con la coherencia de una Fe avalada por
las buenas obras. La Hermandad tiene que ser un instrumento de la Providencia
para que muchos conozcan el mensaje del Evangelio por medio de vuestro
testimonio. Salir a las periferias es ir a nuestras familias, a nuestros
amigos, a nuestros trabajos... con el testimonio de una vida de Fe llena de
alegría que suscite en los demás el deseo de acercarse al Evangelio. La
Hermandad perderá su verdadero sentido si no es evangelizadora. Salgamos de
nuestro narcisismo y no tengamos miedo de ser auténticos cristianos en nuestra
vida cotidiana. Es la hora de ir a lo esencial y rechazar el formulismo que nos
encorseta en normas vacías y vivir al estilo del evangelio.
Aprovecho
para felicitar a la Hermandad por su sensibilidad en estos momentos de crisis y
reducir gastos. Son muchas las familias que están sufriendo terriblemente las
consecuencias de una crisis provocada por la avaricia y la inmoralidad de un
sistema capitalista que valora más el tener que la persona. El trabajo en
Cáritas me hace ver como son muchos los que se quedan en el camino. Por eso,
animo a que entre todos construyamos un mundo más justo con la fuerza de la solidaridad.
Termino con una afectuosa bendición a todos y pidiendo a nuestros Sagrados
Titulares que la Semana Santa sea un tiempo de verdadero provecho espiritual y
de vivencia fraterna de nuestra Fe.
Un saludo
entrañable y cordial de vuestro consiliario.
José Antonio
Melgar Muriana.
Consiliario de la Hermandad.
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