Al llegar estas fechas no hay un mondeño que no sienta, en su interior una voz, algo que le impulsa a la alegría, a la convivencia, ese aviso es que se aproxima la fiesta de su Patrón, es el comienzo de su Feria, todo cambia en nuestro Pueblo, el trazado de sus calles, se engalana con guirnaldas y farolillos, con luces multicolores, es tiempo de diversión, de encuentro y de reuniones, todas las penas se olvidan.
Y es que este Santo Patrón, que durante todo el año, pacientemente en silencio, va acumulando ese Don, va recogiendo esa Gracia, para rociar a sus gentes, para animar a su Pueblo a que por lo menos una vez cada año, todos los mondeños unidos, manifiesten gozosos sus alegrías.
Todo está a punto ese día.
El Calvario está más blanco,
se reblandecen sus piedras,
para bailar en la era por Malagueña.
La fuente de
sus aguas se cristalizan,
para reflejar sobre ella,
de
Desde Alpujatar nos llega,
el aroma de sus huertos, blanqueados por sus flores,
para perfumar
La torre de la iglesia vibra contenta ese día,
hace sonar sus campanas cuando San Roque camina,
por el Paseo de
El Castillo en
Caravaca y
juntan sus manos los cuatro y jugando al “corro”
giran en torno a
Programa de feria de 1984,
MIguel Torres Rojo
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