30 de junio de 2010

La Túnica de Jesús

Refería doña Francisca Metres Rojo que, a principios del siglo XX, siendo ella pequeña y su padre, don José Mestres Brugueras, Mayordomo de Jesús, frecuentaba nuestro pueblo para predicar cierto misionero denominado cariñosamente “Padre Juanito”, muy probablemente franciscano pues en ese tiempo eran traídos a Monda predicadores de esta orden desde Sevilla, a través de contactos con sus hermanos del convento de Coín. Y estando deteriorada la túnica del Nazareno, decidieron los miembros de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús recaudar dinero para mandar hacer otra.

Antigua talla de Jesús, Monda

Con este objetivo, un buen día los Hermanos pidieron al citado misionero que en su predicación moviese el corazón de los mondeños, y de tal forma lo hizo que a la mañana siguiente fue incesante la llegada de personas a la casa del Mayordomo para aportar donativos. Y por fin pudieron decidirse a comprar la túnica que ha vestido a nuestra Imagen hasta 1993.


A un sacerdote de apellido Brugueras, tío de don José Metres y canónigo de la catedral de Barcelona, encargaron varios dibujos para el bordado y muestras de terciopelo. Y con las medidas de Jesús, el dibujo elegido por doña Remedios Rojo Rubio (esposa del Mayordomo) junto a otras señoras y terciopelo de Lyon, encargó la túnica, que por fin fue adquirida.


Aunque sin datar, y a modo de borrador, en un Libro de Actas de la Hermandad de Jesús puede leerse:


“Reunidos los Hermanos Mayores de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús y María de los Dolores se acordó por unanimidad nombrar a V. Camarera Horaria de la Imagen de N. P. Jesús y hacerla depositaria de la túnica de la misma bordada, por el cariño y desvelo que siempre ha sentido por tan hermosa prenda desde su adquisición.

Lo que tengo la satisfacción de comunicar a V. y a la vez manifestarle que por todos los Hermanos se acordó por aclamación concederle un expresivo voto de gracias.

A doña Remedios Rojo Rubio.”

Nuestro Padre Jesús 1984, Monda

Pasados los años, y tras los fatídicos hechos de la noche del 23 de julio de 1936, esta túnica, que casi milagrosamente fue conservada intacta en un arcón en casa de doña Remedios, fue medida para hacer en 1945 el nueva Nazareno. Emotiva sin par debió ser la Novena del año 1937, que fue “celebrada con la túnica expuesta en un macetero sobre el que había colocado un crucifijo”, según recordaba don Miguel Villanueva Gallego.


Emocionantísima también debió ser la noche de lluvia torrencial del 31 de diciembre de 1945, cuando fue desembalada la actual Imagen. “Después que se le puso la túnica y la cabellera, se le hizo un repique general de campanas anunciando la bienvenida…”. Y el Día de Reyes de 1946, en solemnísima función religiosa, fueron bendecidas las Imágenes de Jesús y Virgen, obras del perote José Navas Parejo. “Lucian con brillantez sus valiosos túnica y manto, que milagrosamente fueron salvados… por encontrarse en el domicilio de los Mayordomos”.

Tunica de Jesus, Monda

Por aquella túnica los mondeños teníamos, más que respeto, veneración. Y hasta hay quien le atribuye hechos milagrosos. Alguno podría contar cómo sanó de dolencias en los ojos tras untárselos con el agua contenida en una ollita que quizá su madre colocó bajo la túnica de Jesús. y a otro quizá le hayan mencionado que cuando era niño curó de cierta disfunción al ser envuelto en tan preciosa vestidura. Y muchos recordarán entre lágrimas las veces que han besado esta prenda al pasar junto a ella, o al terminar sus procesiones.


Pero transcurre el tiempo, y la túnica se deteriora. La Hermandad Sacramental y Penitencial decide pasar su bordado a una nueva, confeccionada en terciopelo lo más parecido al de la antigua (de sobra conocemos que la calidad textil de hoy en día no es la de aquellos tiempos), costeado por cierta familia cuyo deseo de permanecer en el anonimato respetamos, y comprado por encargo en el establecimiento “Río de La Plata”, de calle Especería de la capital malagueña, que lo recibió al cabo de varias semanas. Paralelamente, una comisión de Hermanos muestra la túnica a varios bordadores, consultando presupuestos al menos a cuatro afamados de la capital y monjas de Antequera, y encargando por último el trabajo a don Manuel Mendoza Ordóñez, cuyo taller estaba ubicado por aquel entonces en la calle malacitana Marqués de Valdecañas.


Del arte y de la técnica de este bordador da buena cuenta esta sucinta relación de Cofradías de nuestra capital para las que ha hecho trabajos: Huerto, Expiración, Zamarrilla, Rico, Cena, Ploma, Esperanza, Salutación, Rocío, Cristo de San Agustín, Nuestra Señora del Carmen de Los Mártires (en este caso, como en el de Monda, pasado de un bordado antiguo a un hábito nuevo), Rosario de El Palo… Además, ha trabajado para Almogía e incluso para la cofradía sevillana de Las Penas de San Vicente Mártir. Es el vestidor de las Imágenes de la Archicofradía malagueña de El Huerto y su obra ha podido ser admirada en la exposición “Sevilla aguja y oro. Esplendor y arte del bordado”. De su fina sensibilidad es buena muestra uno de los comentarios que hace en la entrevista (también hecha a don Juan Rosén, otro de los bordadores con quienes trató la comisión de Monda) publicada el 1 de abril de 1999 en el diario “El País”: “No te puedes hacer una idea de lo emocionante que es ver a una imagen vestida con una túnica tuya, ver como la gente se queda con la boca abierta”.Nuestro Padre Jesús, Monda


A este señor, pues, se le encomendó la tarea, nada fácil por el estado de deterioro del bordado. Para comprobar el adelanto en el trabajo, don Manuel Macías Rojo, entonces Presidente de nuestra Hermandad, visitó varias veces el taller, y de éste, finalmente, en 1993, recogió la nueva túnica don Francisco Villanueva Pareja, para traerla directamente a Monda.


Programa Hermandad Sacramental y Penitencial 2010.

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