Noche de San Juan

 

La noche del 23 de junio se celebra la llegada del solsticio de verano, la que se dice la noche más corta del año y con la que comienza una jornada en la que se celebra el nacimiento de San Juan Bautista. Esta tradición se sigue celebrando en Monda, no ha perdido su esencia, pero si ha cambiado desde hace algunos años la forma en que se celebraba.

Recuerdos...

"Ya en el solsticio de verano las fiestas de las candelas de San Juan. En su víspera, en un rito comunitario de renovación y purificación, se quema todo los viejo, y ahí se ofrecían al fuego las esteras y rondeles usados de pleita, los capachos ya inservibles, o los serones, mientras que, expuestos desde por la tarde a la curiosidad de grandes y pequeños, pendían de un alambre colocado entre dos balcones opuestos, los “tupirros”, que en Málaga son “Júas”; formados de trapos viejos, calabazas, medias viejas, algún que otro petardo, representan todo aquello que no gusta, aunque alguno hubo, tan bien conseguido, que no hubiera estado mal indultarlo como al famoso ninot valenciano.

A las 12 de la noche, los muchachos, con ganchos bien largos en ristre, esperan el momento en que poder acercarse al fuego o al tupirro que arde arriba, y arrastrar con su gancho el trozo más grande por las calles, será su orgullo. Los mayores, con cubos de agua y una escobilla, defienden su “tupirro”; están prevenidos por si algún joven atrevido intenta aguarles la fiesta, ellos le mojarán antes. Y es que no podía faltar el otro mágico elemento en esta noche, y así también, para la mocita que quisiese indagar en el futuro y saber el nombre del que sería su novio, nada tan eficiente como arrojar a las doce un jarro de agua a la calle; el nombre del primero que pisara los humedecidos chinos coincidiría, llegado el caso, con el de su amor.

El humo parece alejarse, azul arriba hasta las estrellas de los “tupirros”, y las risas y comentarios ponen fin a una jornada, la víspera de San Juan, que tantas veces se prolongó en verbenas; en El Portugal, y en Las Erillas, y en el Barrio de la Paja, se hicieron alegres verbenas, incluso en otras fechas como San Pedro y San Pablo, y hasta por Santiago, ya en plenos rigores del verano."

Libro "Monda en el Recuerdo"