23 de julio de 2009

PINTORESCOS RECUERDOS

Villa de Monda,

eres la que soportastes con la nobleza de un caballero desde tu origen cuando te llamabas MUNDA y te emplazabas desde el declive de “Cerrillo Poleo” hasta La Villeta con tus fuertes murallas, eras grande, inexpugnable, noble y dichosa, cuando acogistes en tu seno, allá por el año 45 antes de Jesucristo, a las huestes de Pompeyo, 14.000 guerreros con la hospitalidad que te caracteriza, y que al ser los de Pompeyo vencidos en la batalla que llevó tu nombre, en las llanuras de La Vega, sufriste en tus carnes la desolación, la humillación de tus gentes, y te devastaron reduciéndote casi a cenizas, tus gentes, las que no murieron en combate y pudo salvarse del asedio, tuvieron que huir con el corazón destrozado por cuanto acaeció, con la esperanza de volver a reconstruirte, esta vez más pequeña, no por ello menos bella, te moldearon a sus necesidades, reconstruyéndote solamente en el monte de La Villeta……


Pasaron los tiempos, vistes pasar la decadencia del Imperio Romano, el paso de los Godos, los árabes, que te realzaron con jardines, fuentes, danzas, música y aroma.

Eras Villa de Monda, la envidia de los que te conocieron, transcurristes Mora en armonía y regocijo, tus frutales, tus viñedos, tus rosales, tus morales en tus campos acentuaban más aún, si cabía tu belleza, prevaleciendo durante la dominación musulmana……


Cuando te reconquistó Hurtado de Luna en el año 1485 tus gentes pasaron a ser Mudéjares, ellas, deshonradas y humilladas, con el transcurrir del tiempo, fueron convirtiéndose pasando a ser tan fervorosa cristiana como la era musulmana, teniéndote nuevamente que trasladar, dejar tus aposentos en la ruina y emplazarte definitivamente en la cañada donde te conocemos a los pies de tu fortaleza……


Tuviste en tus entrañas un fortín amurallado coronado con tres torres que hasta tiempos no muy lejanos mantuvieron con su presencia silenciosa a más de 200 soldados franceses de Bonaparte, hoy de las tres torres solo se conserva modificada la del campanario de tu iglesia, las otras dos estuvieron asentadas la una en el “Bombo”, y la otra en el popularmente llamado Callejón de “Josennano”, ambas destruidas hace apenas dos décadas….


Que triste es Villa de Monda, ver como se te arranca de tus entrañas tus hermosos y pintorescos recuerdos, tenemos la satisfacción de saber que mantienes algo que ninguno de nosotros podremos tener, la dicha de haber vivido más de 2000 años……



Miguel Torres Rojo, Libro Feria 1990.

22 de julio de 2009

Cuentan que ...

A ambos lados de la capilla de Nuestro Padre Jesús colgaban antiguamente unas lámparas de aceite que, según contaban los viejos, tenían la siguiente historia:

Una mañana de invierno, probablemente del siglo XIX, cuando las camareras de Jesús estaban arreglando su altar, cambiando las flores y cuidando la imagen, observaron extrañadas que la orla de la parte inferior de la túnica estaba humedecida y con restos de arena. La limpiaron y se fueron a sus casas comentando la rareza del caso.

Meses más tarde, ya en verano, apareció en el pueblo un forastero preguntando por alguien que se hiciera cargo de las lámparas que traían como regalo para Jesús, alegando que venía de muy lejos y no conocía nada de Monda.

Cuando se le preguntó por qué hacía aquello, contó que él era capitán de un barco mercante y que meses antes se encontraba navegando en un mar muy remoto envuelto en una gran tempestad que amenazaba con arrojar el navío contra la costa. Dando ya por perdidas las vidas de los tripulantes y la suya propia, en ese instante que le parecía el último y no sabiendo a quien encomendarse, porque reconocía haber vivido sin apenas contacto con la religión, recordó que un mondeño, antiguo marinero suyo le había hablado tiempo atrás de su devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno de Monda y en él puso su última esperanza. Salvaron las vidas y el barco continuó la ruta que tenía prevista hasta que finalmente tocó puerto en España y, preguntando, viajó hasta Monda para ofrecer aquellas lámparas en prueba de gratitud.

El viajero y las personas que le atendieron quedaron asombrados cuando las camareras de Jesús comprobaron que la fecha de la tempestad que el marinero refería coincidía con la del día en que ellas encontraron la túnica húmeda y con arena.

Si la túnica de Jesús hablara...


By.- Hermandad S. y P de M (2008).

21 de julio de 2009

Libro de actas, antigua Hermandad de la Santa Vera-Cruz

Una de las reliquias que posee la Hermandad Sacramental y Penitencial de Monda, es un libro de actas de la antigua Hermandad de la Santa Vera-Cruz.

En este increíble documento se detalla con gran esmero y rigurosidad la lucha incansable de muchos mondeños de pro, que fueron los pilares de nuestra Semana Mayor entre 1864 y 1935, fecha en la que el libro concluye debido a la vorágine desatada en 1936.

Son tantos los detalles y curiosidades que aporta dicho documento que estas pocas líneas son una breve pincelada de todo lo que alberga.

Un ejemplo claro de la lucha de nuestro ancestros es su infinito afán de superación, cosa que se evidencia en cada cabildo anual, en los cuales siempre se encontraba alguna forma para poder sufragar los tremendos gastos que suponía nuestra Semana de Pasión. Desde pasar el cepo los días festivos, hasta rifar una cantidad de dinero de antemano estipulada, pasando por rifas de fotografías ampliadas de Nuestro Padre Jesús Nazareno, venta de retratos del Señor de la Columna y de la Virgen, guiones en los entierros, funciones benéficas en el salón-cine de Don José Millán, luminarias, alquiler de cirios, alquiler de sillas... Ese espíritu de superación sigue hoy vivo en todos los hermanos, que siguen luchando como antaño por esta nuestra Semana Santa y por recuperar nuestras mas antiguas tradiciones.

¡ Y como pasa el tiempo!, desde aquellos reales de 1864, a los euros de nuestros días, pasando por la perra gorda, la perra chica, la peseta, el duro... Pero el pueblo mondeño sigue ahí, apostando por su Semana Santa, colaborando desinteresadamente para paliar los gastos de la misma manera que antaño, la cera necesaria para las velas, el Trompetero, las alas del Ángel, los Romanos, los orillos de los trajes de los Judíos, los zapatos, la cabellera y los pendientes de la Magdalena, la posada de los músicos... Como ejemplo podemos citar el cabildo del 7 de Abril de 1929, donde se detalla que los gastos de ese año ascendían a la increíble cantidad de 1346 pesetas con 35 céntimos, cosa que para la época era una tremenda fortuna, cualquiera de nuestros mayores recordara que por aquel entonces su casa le costo muchísimo menos.
¡Que tiempos aquellos!

By.- Hermandad S. y P de M (2007).

Carteles Semana Santa

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